La elastica
El éxito de La elástica está en el cambio de dirección. es de esos engaños lindos que siempre quiere
ver uno . La jugada es sencilla en su descripción, pero dificilísima de hacer en la cancha, solo reservada para genios: primero, se le muestra la pelota al rival, algo así como si le estuviera diciendo “¿la quieres?”. Luego se engancha hacia un lado. Y después, un brusco cambio de dirección, con el borde externo, con la suela, incluso con el taco. Ahí, el poseedor del balón ha ganado varios metros mientras el defensa se da cuenta de que debe ir por ella, ya en clara desventaja.
ver uno . La jugada es sencilla en su descripción, pero dificilísima de hacer en la cancha, solo reservada para genios: primero, se le muestra la pelota al rival, algo así como si le estuviera diciendo “¿la quieres?”. Luego se engancha hacia un lado. Y después, un brusco cambio de dirección, con el borde externo, con la suela, incluso con el taco. Ahí, el poseedor del balón ha ganado varios metros mientras el defensa se da cuenta de que debe ir por ella, ya en clara desventaja.
La historia señala como el creador de La elástica
a Sergio Echigo, un jugador brasileño, pero de ancestros japoneses, que
apareció en Corinthians en 1963 y apenas duró un par de años en el club más
popular de Sao Paulo, antes de irse a equipos menores y terminar su carrera en
un club japonés, el Towa Estate Development (que hoy juega con otro nombre, Shonan Bellmare).
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